Carámbanos
El sol hacía lo que podía, pero sólo era capaz de derretir una parte del hielo que se precipitaba desde los tejados.
Los carámbanos colgaban, largos y puntiagudos, chorreando agua que formaba charcos de hielo en el suelo, ya a la sombra.
Así lo vimos, así os lo enseñamos.
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