Montserrat
La noche cae sobre Montserrat y el tenue sol abandona las colosales piedras sobre las que se asienta el Monasterio de Montserrat. La verdad es que en mi última visita me decepcionó un poco la modernización sufrida pero las vistas continúan mereciendo la pena y la visita sigue siendo obligada. Lástima que no llegara a tiempo para subir a través del teleférico.
Pd: Las iglesias vacías siempre me han causado una extraña mezcla de curiosidad y nerviosismo. Por cierto, merece la pena escuchar al coro en solitario y desde el último banco.
3 Comentarios:
Las iglesias vacías son como los payasos: pueden gustarte, pero lo normal es que te den un poco de mal rollo.
Me encanta hacer fotos en las iglesias... Lástima que en muchas no dejen.
He estado en valencia la semana pasada y soy como tu, haciendo fotos dentro de la iglesia jejeje, tienen su encanto.
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